adriangif Adrián Desiderato poesía

Cubismo

Un hombre caminando con un brazo en el ojo,
las piernas del revés,
una boca en la espalda, su pecho con sombrero.
Otro hombre cuyos pasos se le escapan del pie,
otro que llega yéndose con sus miembros que tornan,
que aléjase volviendo mas regresa alejándose.
Un hombre fuéndose hacia quedar,
viniendo hacia partir,
satrando por enlidas que ni enlen ni satran.
Picasso, Braque y Gris caminan por Montmartre,
Apollinaire les grita, los saluda
desde su mano de poeta.
Luce su cráneo intacto, su testa reluciente,
sin esas vendas sucias con que se disfrazará para morir.

(De Guía del siglo XX para un turista del futuro)

Agosto 20 de 1940

        Mientras en Londres las bombas silban silba
la gente, en Buenos Aires, Amor en Budapest
y tararea La que murió en París.
¿O el que murió, quizás, en Coyoacán
?

Esa noche los echos se escribieron sin hache
y el orror y los ombres y la erida
sin haches
esa noche una oz amaneció sin hache
Noche una esa hache
muda bajóse silenciosa atroza hartera por la espalhda
pico romp... mano se tienta mano escribiría hacha
con o sin hache acha… pero fue pico pico
para estupor de agosto o peor de Octubre
para desgracia de la literatura
pico rompiendo abriendo partiendo en dos frangiendo
la hache de Davídovitch el vínculo Liev-Bronstein
la aleación ‘Trotsky’ Hache
de Historia con mayúscula Un cráneo
de León endido inchado elado Una
noche esa hache un mercahder Sthalin.

                           (De Prosas presas y poemas en fuga)

Usted

Usted sabía que ella no iba a venir
pero igual la esperaba.
Seguía parado en la esquina,
aburrido,
con su cara de buzón al paso,
recibiendo las cartas de indiferencia
que la gente le metía en la boca.
Ella no vino, claro, pero ya qué importaba,
usted había empezado a comprender
la soledad de los buzones.

                          (De Conejos de opio)

Misión Apolo

Armstrong y Aldrin
sembraron en la Luna a los hombres.
Collins los miraba extasiado.
De pronto, Aldrin buscó la Tierra,
pero sólo vio estrellas y otra luna.
Armstrong y Collins regresaron,
Aldrin también, pero no sabe a qué planeta.
En las tabernas de Chicago y Wisconsin,
frente a una copa.
Aldrin regresa a las estrellas.
Parece que bebiera, pero no, Aldrin no bebe,
Aldrin busca unas llaves que extravió entre los astros.

           (De Guía del siglo XX para un turista del futuro)

 

 

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